La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en los Estados Unidos. Cada año, más de 480,000 estadounidenses adultos mueren de un ataque cardíaco o complicaciones relacionadas. La víctima de una emergencia, como un ataque al corazón, un paro cardíaco, un accidente cerebrovascular o un atragantamiento, puede salvarse si las personas en el lugar han recibido capacitación en habilidades y técnicas para salvar vidas.